Cómo ser un buen finlandés

Para ser un buen finlandés tienes que tener un largo y liso pelo rubio, ojos claros, cara pálida y, si eres chico, perilla de chivo. Tienes que pasear por las calles ayudándote con un par de "bastones de skis". Tienes que hablar bien inglés, además de manejar perfectamente el finés y el sueco. Tienes que tener un nombre con una letra doble (como Tiina Pipponen o Erkki Aalto). Tienes que empujar a todo el mundo en las discotecas, sin diculparte ni sentirte mal por ello. Tienes que bailar como si la música te poseyera, dándolo todo en cada canción. Tienes que jugar al hokey sobre hielo, al floorball o al pesäpallo. Tienes que salir de casa siempre preparado con manga corta, abrigo y paraguas, para vivir en un sólo día todas las estaciones. Tienes que ser ludópata y jugar a las tragaperras al salir del supermercado. Tienes que mantener un gesto serio e inexpresvio, aunque dejes caer comentarios irónicos y graciosos de vez en cuando. Tienes que adorar las saunas por encima de todas las cosas. Y, por último, tienes que adorar el alcohol por encima de las saunas.


Vaaaale, lo admito, en realidad estos son sólo algunos topicazos. Aquí puedes encontrarte gente muy distinta, de todos los estilos, formas y colores, y que incluso no cumplen ni uno sólo de estos requisitos, jejeje. ¡Pero así tenéis una pequeña idea de algunas peculiaridades finlandesas!